El Banco Nacional (BNCR) ha sido líder en materia de desarrollo sostenible en el país por más de 19 años. Hasta la fecha, el banco ha logrado integrar la cultura ambiental en todos los aspectos de la organización, incluyendo a los miles de colaboradores y proveedores. Para ello, se requiere de un trabajo constante y significativo, esto demuestra un compromiso real con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.
Karla Sanabria, ejecutiva de la Dirección de Sostenibilidad, aseguró que muchas veces los bancos brindan créditos a proyectos que tienen algún impacto ambiental, pero nunca piensan en cómo mejorar sus operaciones internas para disminuir este impacto. Incluso, enfatizó que pese a que el Banco es una empresa del estado, donde deben seguir una serie de regulaciones, han logrado liderar este proceso a lo largo de los años.
Sanabria destacó, que el BNCR cuenta con casi 6,000 colaboradores a lo largo y ancho del país y más de 3,000 proveedores, por lo que, trasladar la cultura ambiental a toda la organización significa un reto de todos los días.
Además, el Banco inició la medición de su huella de carbono en el 2008, siguiendo estándares internacionales, ya que, no existía una metodología de medición específica para Costa Rica. Fue hasta el 2012, que se comenzó a implementar medidas nacionales. Sanabria, afirmó la importancia de esto, ya que, permitió a la institución evolucionar en temas de sostenibilidad.
“Hemos pasado de 6,005 toneladas de gases de efecto invernadero, como el CO2 a 1,880, en toda la organización. Este es un impacto enorme, porque no podemos exigir a otros que hagan lo que nosotros no hacemos. Así que hemos logrado dar el ejemplo” Confirmó Sanabria.
Por otra parte, el Banco Nacional recientemente implementó unos mecanismos financieros llamados bonos temáticos, mediante los cuales financia más de 140 millones de dólares entre todos esos fondos, que aportan no solo recursos para financiar proyectos ambientales y sociales, sino también para apoyan poblaciones vulnerabilizadas.
Es así como cada fondo tiene características particulares y se desarrollan en alianza con organismos internacionales como BID Invest, Finance Motion, Findev Canada, Agencia Francesa para el Desarrollo, entre otros. Para lograr la creación de estos fondos, es necesario estudiar las expectativas de las personas y empresa, así como los productos y viabilidad del mercado para financiamientos más verdes y sostenibles.
Otro ejemplo es el Fondo Social, es un fondo que tiene varios beneficiarios entre ellos se encuentran mujeres jefas de hogar, el cual cuenta con características muy particulares que lo hacen un mecanismo financiero innovador. El objetivo de este fondo es impulsar el crecimiento económico del país, con un enfoque inclusivo que promueva la reducción de las brechas sociales, y por ende, busca apoyar a toda mujer que desea ser empresaria o que desee desarrollar y escalar su negocio. Cabe mencionar que, este propósito está totalmente alineado con los objetivos institucionales de la estrategia Juntos Somos Humanos, cercanos y sostenibles.
Pero esta filosofía del Banco Nacional para el desarrollo de productos sostenibles no es nueva, ya que hace 14 años, se lanzó al mercado la tarjeta verde, que es una tarjeta de débito única en el mundo, porque aporta un 10% de las utilidades de su comisión al Fondo de Biodiversidad Sostenible de Costa Rica, lo cual, hace este binomio innovador y un producto y servicio con propósito y únicos en el mundo.
“En los últimos 14 años hemos aportado más de 4 millones de dólares a ese fondo” Indicó Sanabria.
Pero también el impacto ambiental, se proyecta hacia las comunidades donde a través del programa Transformando Comunidades, se generan proyectos productivos, pero con enfoque de triple utilidad. Desde que este programa inició en el 2006, ha sufrido un proceso de mejora continua, pasando de inversiones filantrópicas a un capital semilla con análisis de la inversión con enfoque de sostenibilidad.
En 2023 más de 240 millones de colones, como capital semilla no reembolsable para el programa Transformando Comunidades, el cual tiene como objetivo desarrollar proyectos comunales socio productivos, con el fin de reactivar las economías locales, generar encadenamientos productivos y mejorar la calidad de vida de las personas; siempre en armonía con el medio ambiente. En este sentido, el BNCR logra entender bien las necesidades de cada población y a partir de cada estudio realizado, se crean productos con características específicas para solventar los intereses de cada grupo.
Entre los proyectos que forman parte como casos de éxito, se encuentra Ganadería Sostenible, Bomberos Forestales, una Huerta Agroecológica y Agricultura orgánica, mediante las asociaciones de desarrollo de comunidades como Moracia, Artola, Purral y territorios indígenas como Tayni, Talamanca, entre otros Se logró ejecutar estos proyectos, no solo trayendo recursos a la asociación, sino también apalancando las economías locales para generar desarrollo, empleo y encadenamientos, en armonía con el medio ambiente.
El desarrollo de estos productos y servicios revive la intención y visión que tuvo su fundador Alfredo González Flores, en 1914, donde su interés fue crear una banca que, apoyara al desarrollo de los pequeños productores, como: agricultores, ganaderos, así como las personas que trabajan día a día para sacar adelante el país.
“El propósito del Banco Nacional, es ayudar al desarrollo y crecimiento de la sociedad con un enfoque mucho más humano, cercano y sostenible.” Concluyó Karla Sanabria.